Prohibido Ratones: Un Museo Japonés Único
¿Alguna vez te has encontrado con un edificio que, en lugar de un tradicional "no pasar", advierte "Prohibida la entrada a ratones" en su puerta principal? Suena extraño, ¿verdad? Pero este es precisamente el caso de un peculiar lugar en Japón.
Este curioso edificio se encuentra en Kawasaki, una ciudad japonesa, y es famoso por ser el único en el país con un cartel que advierte a los ratones que no están permitidos. Todos estamos de acuerdo en que los ratones, con su tendencia a masticar cables y causar estragos, son indeseables. Sin embargo, es raro que se les niegue la entrada como si fueran humanos conscientes de las normas sociales.
El edificio en cuestión es el Museo Fujiko F. Fujio. Para aquellos que no conocen a Fujiko F. Fujio, se trata de un legendario mangaka o autor de manga, muy querido en Japón. Su obra más emblemática es "Doraemon", y ahí es donde se pone interesante: Doraemon tiene pánico a los ratones.
Doraemon es un gato robot del siglo 22 que utiliza una máquina del tiempo para ayudar a Nobita, un estudiante de primaria propenso a meterse en problemas. Este icónico personaje es muy conocido y adorado, tanto en Japón como en el extranjero. Pero, ¿por qué Doraemon tiene miedo de los ratones? Durante el verano de 2122, un ratón le roe las orejas mientras dormía. Desde entonces, Doraemon ha desarrollado un miedo intenso a los roedores.
Este peculiar aviso en el Museo Fujiko F. Fujio tiene mucho más sentido ahora, ¿no? Desde su inauguración, el letrero de "Prohibida la entrada a ratones" se ha mantenido como un elemento lúdico que hace referencia a la peculiar debilidad del protagonista de Fujio. Esta inclusión creativa proporciona una experiencia única y divertida para los visitantes del museo.
Y la diversión no se detiene ahí: se dice que si exploras minuciosamente el museo desde la entrada hasta la salida, puedes encontrar ratones escondidos en vitrinas y detrás de cristales. El personal del museo incluso anima a los visitantes a buscar estos escurridizos roedores, pero con la advertencia de no alertar a Doraemon.
Por lo tanto, cuando visites este singular museo, asegúrate de tener los ojos bien abiertos para detectar a estos ratones escondidos.
