El Único Japonés en el Titanic: La Extraordinaria Vida de Masabumi Hosono
En la noche del 14 de abril de 1912, el mundo fue testigo de uno de los desastres marítimos más devastadores de la historia. El Titanic, en su viaje inaugural, colisionó con un iceberg y, en las frías aguas del Atlántico Norte, más de 1500 personas perdieron la vida, mientras que apenas poco más de 700 tuvieron la suerte de sobrevivir.
Entre esos afortunados, estaba el único japonés a bordo: Masabumi Hosono. Para los aficionados a la música, este apellido podría sonar familiar, ya que es el abuelo del famoso músico Haruomi Hosono. Aunque Masabumi logró regresar a Japón tras el accidente, no fue recibido con los brazos abiertos, sino con críticas y desprecio.
En aquel entonces, Hosono ocupaba un importante cargo en la Oficina de Ferrocarriles y había viajado a San Petersburgo, Rusia, para investigaciones relacionadas con los trenes. Al concluir su misión, decidió regresar a Japón vía occidental, pasando primero por Inglaterra. Y fue desde allí donde tomó el Titanic rumbo a Nueva York, viajando en segunda clase.
Masabumi Hosono y El Titanic
Cuando el Titanic se hundía, y con la muerte pareciendo inevitable, Hosono escuchó un grito que decía que había espacio para dos personas más en un bote salvavidas cercano. Sin pensarlo dos veces, saltó al bote, convirtiéndose en uno de los pocos sobrevivientes masculinos, ya que la prioridad era para mujeres y niños.
Sin embargo, su regreso a Japón no fue el reencuentro feliz que uno esperaría. Un libro publicado por Lawrence Beesley, un tripulante del Titanic, mencionaba a un "desagradable japonés" que había empujado a otros para abordar un bote. Aunque Hosono era el único japonés a bordo, la sociedad japonesa lo criticó duramente. "¿Por qué regresó con vida cuando tantos murieron?", "Es un cobarde que empujó a otros para salvarse". Estos eran los comentarios que circulaban, y incluso su empleador lo degradó en respuesta a la presión pública.
Lawrence Beesley
Décadas más tarde, tras el lanzamiento de la película "Titanic" de James Cameron en 1997, el honor de Hosono fue restaurado. Investigaciones realizadas por la fundación RMS Titanic revelaron que Beesley había confundido a Hosono con otro asiático en el bote número 13, mientras que Hosono había abordado el bote número 10. Las acciones de Hosono no fueron en absoluto condenables, y finalmente se hizo justicia a su memoria.
Aunque su honor fue restaurado, la reacción inicial de la sociedad japonesa hacia Hosono refleja aspectos profundos de la cultura japonesa, como el espíritu del bushido, que valora el sacrificio personal, y una conciencia aguda de la "vergüenza", que dicta comportarse de una manera que evite cualquier crítica o burla de los demás.
A veces, la historia no es solo un relato de eventos pasados, sino también un reflejo de los valores y mentalidades de una sociedad. La historia de Masabumi Hosono es una prueba de ello.