Hokusai : Viento del Sur, Cielo Claro

Dentro del vasto universo artístico de Japón, las pinturas ukiyo-e, traducidas como "imágenes del mundo flotante", ocupan un sitial de honor. De entre estas, "Las treinta y seis vistas del monte Fuji" de Hokusai se erigen como una de las series más emblemáticas. Y, en el corazón de esta colección, resplandece "Viento del Sur, Cielo Claro", mundialmente reconocida como "Fuji Rojo".

Hokusai, nombre que se ha convertido en emblema del ukiyo-e, proyectó con esta obra su genialidad mucho más allá de las islas niponas.

Contrastando con creaciones más elaboradas del artista, como "La gran ola de Kanagawa", "Fuji Rojo" se distingue por su esencialidad. La totalidad de la atención recae en el monte Fuji, el cual, imponente, tiñe el lienzo con su vigoroso rojo, contrastando con el azul del cielo. El nombre evoca aires meridionales y remite a esos mágicos amaneceres de finales de verano o comienzos de otoño, donde el sol embellece el monte en tonalidades carmesí.

A pesar de su aparente simplicidad cromática, con el rojo del monte, el verde de los árboles al pie y el azul celeste, la obra irradia fuerza y solidez. La graduación de tonos desde la cumbre hasta la base, oscilando entre negro, rojo y verde, sumada al bosque meticulosamente detallado en el declive, hablan de la destreza de Hokusai.

Resulta fascinante destacar el vibrante azul, denominado "Berlín azul", importado desde occidente y que marcó tendencia en aquel periodo. Este matiz no solo realza la estética de la pieza, sino que también refleja la fusión de influencias foráneas en el arte japonés.

"Fuji Rojo" trasciende la mera representación de un monte. Es un homenaje a la perpetuidad y grandeza del monte Fuji. Con una paleta de apenas tres colores, Hokusai capta la monumentalidad de este ícono nipón, capturando el alma de quienes se detienen a contemplarlo.

"Fuji Rojo" es una declaración del prodigio y la perspectiva de Hokusai. A través de su pureza y potencia, nos brinda un vistazo al encanto y al simbolismo del monte Fuji, instándonos, independientemente de nuestra procedencia, a valorar y conectarnos con esta joya del arte japonés.