Tanabata: El Festival de las Estrellas en Japón - Ala Japonesa

Tanabata: El Festival de las Estrellas en Japón

El Tanabata, celebrado el 7 de julio, es una festividad tradicional en Japón que marca un punto importante en el calendario estacional japonés. Esta festividad, profundamente arraigada en la cultura japonesa, se celebra colgando tiras de papel de colores y deseos escritos en ramas de bambú. Aunque su origen está en la antigua China, Tanabata ha evolucionado y se ha fusionado con costumbres japonesas, convirtiéndose en una celebración única y encantadora.

Origen del Tanabata: "Tanabata" y sus raíces japonesas

El término "Tanabata" se refiere originalmente a un antiguo ritual japonés conocido como "棚機 (Tanabata)". Este ritual se realizaba para pedir una buena cosecha de otoño, donde las jóvenes del pueblo tejían kimonos y los ofrecían en estantes. Este evento se llevaba a cabo principalmente en las áreas rurales durante la temporada de floración del arroz. Las mujeres se retiraban a una cabaña junto al agua para tejer y ofrecían los kimonos tejidos como una oración por una abundante cosecha. La máquina utilizada para tejer, llamada "棚機 (Tanabata)", dio nombre a esta tradición.

El Festival Qixi de la antigua China

El Tanabata japonés está estrechamente relacionado con la leyenda china del "Festival Qixi (乞巧奠)". Esta festividad se originó durante la dinastía Han (siglo I) y cuenta la historia de dos estrellas amantes, Orihime (織女, la estrella Vega) y Hikoboshi (牽牛, la estrella Altair). Según la leyenda, Orihime era la hija del Rey Celestial (天帝) y tejía hermosos telares junto al río celestial, el Amanogawa (天の川, la Vía Láctea). Un día, el Rey Celestial presentó a Orihime a un pastor de vacas llamado Hikoboshi, quien vivía al otro lado del río. Los dos se enamoraron y se casaron, pero pronto descuidaron sus deberes. Enfurecido, el Rey Celestial los separó, permitiéndoles reunirse solo una vez al año, el 7 de julio, si cumplían con sus responsabilidades.


La estrella Orihime, también conocida como Vega, y la estrella Hikoboshi, conocida como Altair, brillan intensamente en la noche del 7 de julio, simbolizando su reencuentro anual. Este mito inspiró la celebración del Qixi, donde las personas rezaban por habilidades de tejido y costura, ofreciendo agujas en altares y rezando a las estrellas.

La llegada de Tanabata a Japón

El festival Qixi llegó a Japón alrededor del siglo VIII y se fusionó con la tradición local de Tanabata, convirtiéndose en un evento cortesano. En la corte imperial, se ofrecían frutas como melocotones y peras, verduras como berenjenas y calabazas, y pescado seco como la dorada y el abulón. Se quemaba incienso, se tocaba música y se disfrutaba de poemas y canciones mientras se observaban las estrellas.

Durante el periodo Edo, Tanabata se popularizó entre la población general. La gente comenzó a escribir sus deseos y habilidades que querían mejorar en tiras de papel de cinco colores diferentes, colgándolas en ramas de bambú y rezando a las estrellas.


Tanabata en la actualidad

Hoy en día, la celebración del Tanabata sigue viva en Japón. Cada año, el 7 de julio, la gente escribe sus deseos en tiras de papel de colores y las cuelga en ramas de bambú, esperando que sus deseos se hagan realidad. En esta temporada, es común ver decoraciones de Tanabata en santuarios, tiendas y lugares públicos, donde cualquier persona puede escribir y colgar sus deseos.

El Tanabata también se celebra con grandes festivales en diversas partes de Japón. Uno de los más conocidos es el Festival de Tanabata de Sendai, que se ha llevado a cabo desde el periodo Edo. Este festival es uno de los más grandes del país, con decoraciones elaboradas que adornan las calles principales de la ciudad, atrayendo a millones de visitantes de todo Japón y del extranjero.

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