Yoshida Hiroshi (1876-1950) fue un destacado pintor occidental antes de convertirse en grabador a los 44 años. Famoso por fusionar el realismo occidental con las técnicas tradicionales japonesas, Yoshida creó un estilo único en el movimiento Shin-Hanga. Algunos expertos lo consideran el artista más exitoso en la integración de conceptos artísticos occidentales y orientales en los últimos 100 años de grabado en madera japonés. Entre sus admiradores se encuentran la princesa Diana y el psicólogo Sigmund Freud, quienes adornaron sus hogares con sus grabados.
La Vida de Yoshida Hiroshi
Nacido en 1876 en la prefectura de Fukuoka, Yoshida ingresó a una escuela de arte en Tokio a los 18 años. Inspirado por los viajes de sus compañeros, a los 23 años viajó a los Estados Unidos con una colección de acuarelas. Sus exposiciones de paisajes japoneses con técnicas occidentales fueron un gran éxito. Pasó gran parte de sus 20 años viajando por América y Europa, capturando la belleza de los paisajes que encontraba. En sus 30 años, su pasión se centró en las montañas, donde pasaba meses viviendo y pintando, ganándose el apodo de "pintor de montañas".
A los 44 años, en 1921, conoció a Watanabe Shozaburo, un editor dedicado al Shin-Hanga. Dos años después, al ver la alta demanda de grabados japoneses de baja calidad en los EE. UU., decidió producir grabados de alta calidad. En 1925, comenzó a publicar sus propias series de grabados en madera y dedicó el resto de su vida a este arte.
"Serie de América" y "Serie de Europa" (1925)
Las primeras obras que Yoshida produjo fueron las series "América" y "Europa". La serie "América" retrata los impresionantes paisajes de los parques nacionales de EE. UU. y Canadá, mientras que la serie "Europa" captura la naturaleza, ruinas y ciudades europeas con un vibrante realismo. Un ejemplo de la serie "América" es "Lago Moraine", un hermoso lago glaciar en Canadá, mientras que "Canal de Venecia" representa una escena de Venecia en la serie "Europa".
"12 Vistas de los Alpes Japoneses" (1926)
Esta serie es una de las más emblemáticas de Yoshida, destacando su habilidad como pintor de montañas. Representa las cambiantes vistas de los Alpes Japoneses bajo diferentes condiciones climáticas y horas del día. Un ejemplo notable es "Mañana en el Monte Tsurugi", que muestra la majestuosa belleza del Monte Tsurugi al amanecer, conocido como el "Matterhorn de Japón".
"Colección del Mar Interior de Seto" (1926)
En contraste con sus obras de montaña, esta serie se centra en el agua. Yoshida capturó la variedad de paisajes acuáticos, desde ríos y lagos hasta el mar. En esta colección, la serie "Barcos de Vela" es particularmente destacada, con seis obras que representan diferentes momentos del día utilizando la misma matriz de grabado, pero con variaciones en los colores para mostrar los cambios de luz y atmósfera.
Obras que Representan Personas y Ciudades
Aunque Yoshida vivió muchos años en Tokio, no produjo muchas obras sobre la ciudad. Sin embargo, su serie "12 Vistas de Tokio" (1926-1929) retrata paisajes llenos de encanto y color. La serie "8 Vistas de los Cerezos en Flor" (1935) celebra el emblemático cerezo japonés. Un ejemplo notable es la obra que muestra el castillo de Hirosaki en plena floración.
Yoshida Hiroshi dedicó su vida a combinar lo mejor de las técnicas occidentales y japonesas, dejando un legado duradero en el mundo del arte. Sus grabados continúan inspirando y cautivando a audiencias de todo el mundo.
