Cultivando Arroz en Japón: Un Legado Milenario - Ala Japonesa

Cultivando Arroz en Japón: Un Legado Milenario

El cultivo del arroz en Japón es una tradición milenaria que refleja la espiritualidad y la dedicación colectiva de su gente. Este grano, más que un simple alimento, es visto como una bendición divina y ha jugado un papel crucial en el desarrollo de la sociedad japonesa. A través de este artículo, exploraremos los métodos tradicionales y modernos del cultivo del arroz en Japón, destacando su importancia cultural y las diferencias con otros métodos agrícolas alrededor del mundo.

 

El proceso del cultivo del arroz en Japón

El cultivo del arroz japonés se divide en tres etapas principales: la siembra, la plantación y la cosecha.

1) Siembra y germinación (marzo-abril)
La siembra comienza con la preparación de plántulas en bandejas de germinación, conocidas como "ikubyo-bako", en un lugar llamado "naeshiro", especialmente seleccionado por su fácil acceso al agua. Las semillas se distribuyen uniformemente en el suelo y se cubren con plástico para mantener la temperatura adecuada, esencial para la germinación. Un mes después, las plántulas están listas para ser transplantadas.
 
 
 
  
2) Plantación (mayo-junio)
Las plántulas, ahora de unos 12 cm de altura, se trasladan a los campos inundados. Antiguamente, este trabajo se hacía manualmente, pero hoy en día se utiliza una plantadora de arroz que coloca las plántulas en el suelo de manera uniforme y a la profundidad correcta. Este método asegura un crecimiento homogéneo y es fundamental para obtener una buena cosecha.
 
 
 
3) Cosecha (septiembre-octubre)
Cuando el arroz está maduro, las plantas se inclinan bajo el peso de los granos y toman un color dorado, señalizando que es momento de cosechar. Una semana antes de la cosecha, se drena el agua del campo para facilitar el corte del arroz.
 
 

Métodos de cultivo: diferencias internacionales

En el mundo existen principalmente dos métodos de cultivo: el método de siembra directa y el de transplantación.

  • Siembra directa: Consiste en sembrar las semillas directamente en el campo, método predominante en Américas, España e Italia, donde incluso se utilizan aviones para dispersar las semillas.
  • Transplantación: Popular en Japón, este método implica cultivar las plántulas en un ambiente controlado antes de trasladarlas al campo, lo que resulta en un crecimiento más robusto y uniforme de las plantas.

Las principales diferencias entre estos métodos radican en la escala de operaciones y la eficiencia en la gestión de recursos. En lugares como California, EE.UU., el tamaño promedio de un campo de arroz es ochenta veces mayor que en Japón.

 

¿Por qué se prefiere la transplantación en Japón?

Históricamente, aunque la siembra directa fue el método original en Japón, no proporcionaba una cosecha confiable debido a las inclemencias del tiempo que podrían arrastrar las semillas. La transplantación se adoptó gradualmente para mejorar la estabilidad y uniformidad del crecimiento de las plantas, lo que también aumentó la eficiencia de la cosecha. Este método se ha mantenido debido a su importancia para la estabilidad social y la vida de los campesinos, así como a la profunda gratitud y respeto por la naturaleza que impregna la cultura japonesa.

Durante la siembra, es común ofrecer sake y otros regalos a las deidades montañosas para pedir una cosecha abundante, y durante la plantación se realizan rituales para invitar a los dioses del arroz desde las montañas.

Festival de siembra de arroz

Vaca decorativa del festival

Aunque los métodos modernos podrían ofrecer mayor eficiencia, en Japón se valora más la calidad y la tradición, lo cual resalta la singularidad de su enfoque hacia la agricultura y el cultivo del arroz. Este enfoque integrado y respetuoso con la tradición no solo ha definido la agricultura japonesa, sino que también ha ayudado a preservar su cultura y valores sociales a lo largo de milenios.

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