En nuestro viaje por la vida, a menudo buscamos guías que nos ayuden a navegar sus complejidades. Desde la tranquila ciudad de Kyoto, las enseñanzas del abad Raitei Arima del Templo Kinkaku-ji nos llegan como un faro de sabiduría. A través de su libro "Zen: La Vida de Desapego", Arima ofrece un enfoque refrescante y accesible para adoptar las profundas lecciones del Zen.
Raitei Arima, el abad del Templo Kinkaku-ji
1. "Tōzan suijō kō" (東山水上行)
Esta metáfora sugiere que incluso la montaña, un símbolo de inmovilidad, puede moverse sobre el agua. Es un llamado a liberarnos de nuestras limitaciones autoimpuestas. Al enfrentar retos, ya sea en nuestro ambiente laboral o personal, es fácil quedarse estancado en un solo enfoque. Arima nos invita a ver más allá, a considerar perspectivas alternativas. Al hacerlo, descubrimos que lo que parecía un obstáculo insuperable puede convertirse en una fuente de aprendizaje y evolución personal.
2. "Nichinichi kore kōjitsu" (日々是好日)
Significa "todos los días son buenos días". Esta frase nos insta a valorar cada instante de nuestra vida. Muchas veces, el arrepentimiento por acciones pasadas o la ansiedad por el futuro nublan nuestra capacidad de disfrutar el presente. Arima nos recuerda que cada día trae consigo la oportunidad de un nuevo comienzo, de encontrar satisfacción en las pequeñas alegrías y de avanzar con gratitud y atención plena.
3. "Kōji furyōmu" (好事不如無)
Significa "ningún bien es mejor que la nada". Aquí, Arima nos advierte sobre el peligro de apegarse incluso a las cosas positivas. El éxito puede ser embriagador, y el miedo a perder lo que hemos logrado puede paralizarnos. La verdadera maestría en la vida, según el abad, se encuentra en apreciar nuestros logros sin que estos nos definan. De este modo, mantenemos la humildad y la capacidad de seguir creciendo, sin descansar en los laureles del pasado.
Las palabras de Arima Yorimichi nos ofrecen una forma diferente de ver y vivir la vida. Su mensaje no es exclusivo de los devotos budistas o habitantes de Japón; es una invitación universal a buscar la paz interior y la claridad en medio del caos cotidiano, a través de la simplicidad y el desapego que propone el Zen.
