El Castillo de Kumamoto: Una Fortaleza que Pudo Ser Comestible - Ala Japonesa

El Castillo de Kumamoto: Una Fortaleza que Pudo Ser Comestible

Japón, un país famoso por su rica historia y cultura, tiene una gran cantidad de castillos que atraen a turistas de todo el mundo. Estos castillos son una mezcla de grandeza y naturaleza, y su belleza es, sin duda, un paisaje impresionante. Originalmente construidos como defensa contra enemigos, también servían como almacenes de alimentos y armas, y como hogares.

Uno de los castillos más notables es el Castillo de Kumamoto, construido durante un período de 7 años desde 1601 por el primer señor feudal de Kumamoto, Kato Kiyomasa. Con su vasta extensión y apariencia distintiva en blanco y negro, es considerado uno de los tres castillos más famosos de Japón.

El Castillo de Kumamoto

Kato Kiyomasa

Pero, ¿sabías que el Castillo de Kumamoto es conocido como un castillo comestible?

Es verdad. A partir de una experiencia traumática en una batalla anterior, donde la falta de alimentos paralizó a sus soldados, Kato Kiyomasa enfocó su atención en almacenar la mayor cantidad de alimentos y agua posible dentro del castillo. El Castillo de Kumamoto tenía más de 100 pozos, y se almacenaban arroz, granos y algas.

Sin embargo, Kiyomasa no consideró esto suficiente. Decidió hacer partes del castillo en sí comestibles. En lugar de usar paja en las esteras de tatami, utilizó tallos de taro, que se pueden conservar como alimentos. Para las paredes de barro del castillo, mezcló "kanpyo" (calabaza desecada) en lugar de paja, haciéndolas también comestibles en caso de necesidad.

Kanpyo

Aunque parece que nunca hubo una ocasión real en la que estas innovaciones se utilizaran como alimentos, el ingenio y la brillante gestión de crisis de Kato Kiyomasa todavía son altamente valorados.

Así que, si alguna vez te encuentras en Japón, asegúrate de visitar el Castillo de Kumamoto. Puedes admirar no solo su belleza sino también la sabiduría e ingenio que lo convirtieron en una fortaleza comestible. ¡Buen provecho con la historia!

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