Tsuchiya Koitsu: El Mago de la Luz en el Shin-Hanga
Tsuchiya Koitsu (1870-1949), junto con Kawase Hasui y Yoshida Hiroshi, es uno de los principales artistas del Shin-Hanga, conocido por sus grabados de paisajes de Tokio y otras localidades famosas. Fue discípulo de Kobayashi Kiyochika, quien desarrolló el estilo de "pintura de luz", y Koitsu se destacó por su uso magistral de la luz y la sombra, creando contrastes impresionantes y expresiones sutiles de iluminación.
La Vida de Koitsu
Nacido en 1870 en la prefectura de Shizuoka, Tsuchiya Koitsu se convirtió en aprendiz de Kobayashi Kiyochika a los 16 años. Siendo el más joven de los aprendices, se encargó de las tareas domésticas de la casa de Kobayashi, lo que limitó su tiempo para dedicarse al aprendizaje del arte. Además, el Gran Terremoto de Kanto afectó su capacidad de producir obras durante gran parte de su vida. No fue hasta la muerte de su maestro en 1931 que Koitsu comenzó a crear grabados de Shin-Hanga, tras conocer a Watanabe Shozaburo, un editor de arte. A pesar de tener más de 60 años en ese momento, sus obras rápidamente ganaron popularidad.
Primeras Obras
En 1933, un año después de su debut, Koitsu comenzó la serie "Paisajes de Tokio". Era especialmente hábil en representar escenas nocturnas y combinar fondos de lluvia o nieve, resaltando el contraste entre la luz y la oscuridad. Un ejemplo destacado es "Lluvia en Ginza", que captura la elegante mezcla de tradición y modernidad en Ginza, una de las principales áreas comerciales de Tokio. Otra obra notable es "Araki Yokocho, Yotsuya", que representa la vida cotidiana de las geishas, destacando la luz que se filtra desde los edificios y su contraste con la oscuridad exterior.
Obras durante y después de la Segunda Guerra Mundial
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial en 1939, Koitsu inicialmente produjo pinturas y grabados para exportación. Sin embargo, la guerra interrumpió estos esfuerzos, y después se dedicó a crear retratos para las familias que habían perdido a sus seres queridos. Durante este período, produjo obras como "Kagurazaka, Ushigome", que muestra la animada vida de Kagurazaka con faroles de restaurantes reflejados en el agua, mostrando su dominio en el uso de la luz y la sombra. Otra obra destacada es "Tomonotsu, Mar Interior de Seto", que presenta un barco anclado en una tranquila bahía al atardecer, con el reflejo del barco ondulando en el agua, capturando la serenidad del paisaje.
Tsuchiya Koitsu, a pesar de comenzar tarde en el mundo del Shin-Hanga, dejó un legado duradero con su habilidad única para manipular la luz y la sombra, creando obras de una belleza y profundidad impresionantes. Su dedicación a su arte y su capacidad para capturar la esencia de los paisajes japoneses continúan inspirando y cautivando a los amantes del arte en todo el mundo.